GeoHumanidades y (Bio)Geografías Creativas abordando la sustentabilidad y co-conservación a través de “Inmersión Rizomática”
[GeoHumanities and Creative (Bio)Geographies approaching sustainability and co-conservation by “rhizomatic immersion” ]
Resúmen Ejecutivo
Vivir en el Antropoceno abarca una serie de desafíos para la humanidad y para las humanidades. Habiendo cruzado ya los in-cruzables «límites del planeta», el desafío parece ser inasequible; mientras que para otros la utopía sigue siendo un desafío que vale la pena perseguir. Desde la perspectiva del «sur global», esta crisis puede interpretarse como una consecuencia de los límites del razonamiento colonial moderno, que presenta a la cultura y la naturaleza en oposición. En este escenario, la mayoría de las personas viven en un status-quo, sin prestar atención a lo que le sucede al mundo (el único lugar habitable en el universo conocido), mientras que está siendo destruído. Otros dejan el desafío a los expertos en “ciencias del sistema de la Tierra”, quienes supuestamente en algún momento encontrarán soluciones técnicas para salvar al planeta de su colapso. Muchas (sino todas) las estrategias para la conservación de la biosfera y sus componentes (es decir, la biodiversidad), a pesar de sus buenas intenciones, parecen seguir esta última lógica, incluso grandes esfuerzos globales como los “Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU” (ODS) y la red global de reservas de la biosfera. Estos conceptos aplicados tan importantes son confiados a círculos de expertos, pero no van a la base. Esta confianza en las soluciones de los expertos para promover e impulsar la conservación claramente no ha ayudado a los esfuerzos de conservación y principalmente ha resultado en que los expertos en conservación sistematicen sin parar cómo se está perdiendo la biodiversidad mundial. Como lo han demostrado, ahora nos acercamos a la sexta extinción masiva global, poniendo también en peligro la vida humana, mostrando la crisis que está experimentando la relación humano-naturaleza. Dentro de este esquema ‘esquizofrénico’, hay enfoques que dan prioridad a qué zonas ‘deberían’ conservarse: los llamados puntos calientes de biodiversidad, a diferencia de los puntos fríos (donde las formas de vida también están al borde de la extinción) en donde no valdría la pena proteger y cuidar la vida. ¿Es esta una enfermedad a escala humanidad?
Sea como sea, es necesario presentar nuevas formas de abordar esta crisis. En este sentido, los conceptos tradicionalmente utilizados para abordar los problemas de conservación demuestran las debilidades del enfoque: 1) una perspectiva estática que no considera los ritmos y los tiempos, ni tampoco las formas en que la naturaleza está en constante evolución; 2) una perspectiva escalar fija del desarrollo de procesos naturales; 3) una perspectiva «areal», que define y delimita los hotspots, áreas protegidas y reservas de biosfera como entidades cerradas, sin relación con la matriz; y 4) una perspectiva singular de la naturaleza y del ser humano, que no reconoce la multiplicidad de formas de vida y las relaciones entre ellas. Estas perspectivas tradicionales, que podrían llamarse estáticas y arborescentes desde una perspectiva de Deleuze y Guattari, pueden cuestionarse desde una perspectiva rizomática que enfatiza las relaciones, conexiones y flujos entre actores humanos y no humanos. Al mismo tiempo, una forma innovadora de abordar esta crisis, requiere incorporar una perspectiva más amplia de la relación entre la naturaleza y el hombre, que involucra a actores no humanos a través de un enfoque constructivista y relacional de esta relación. Para los propósitos de este estudio, es fundamental entender a los actores no humanos como productores de prácticas y conocimientos que desarrollan estrategias de adaptación para enfrentar la crisis. Esta concepción del papel de los actores no humanos requiere una investigación que apunte a descentrar las perspectivas antropocéntricas existentes de la naturaleza, para impugnar el supuesto de la naturaleza como un «objeto» de estudio, e incorporar una perspectiva situada que proponga otros puntos de vista acerca de la relación humano-naturaleza; desde un punto de vista transdisciplinario.
Para re-conceptualizar la naturaleza de esta manera, necesitamos un cambio cultural importante que reduzca la división cultura/naturaleza, y que nos posicione como agentes de cambio (en lugar de espectadores pasivos), conscientes de nuestra propia relevancia y capacidad de acción hacia un posible futuro viable. Esto, además, nos ayudará a construir nuestra propia responsabilidad, para la relación entre la naturaleza/humanidad, y la conservación de nuestro medio ambiente, lo que, a su vez, también empoderará a las personas a involucrarse en los procesos de toma de decisiones (gobernanza) y tomar acción (agencia). Muy importante: en este estudio la cultura se ve como multidimensional y de múltiples capas, por lo que para lograr un cambio cultural, la relación humanidad (cultura)/naturaleza debe explorarse desde múltiples ángulos. Esto, como se propone en el estudio, puede lograrse fortaleciendo y articulando el papel de las ciencias sociales en la exploración de aspectos múltiples y complejos de la relación naturaleza/humanidad. Por lo tanto, este estudio propone ver a la naturaleza y a los humanos como actores interrelacionados. Un enfoque interdisciplinario de este asunto nos permitirá abordar el tema de la relación (y crisis) entre la naturaleza y los seres humanos desde múltiples perspectivas, como los estudios geográficos, la ciencia de conservación, el análisis del discurso y la formulación de políticas, para avanzar, según Anne Toomey «desde una nueva forma de conocer, a una nueva forma de hacer”.
Así, guiados por el trabajo inspirador de Harriet Hawkins (como Creative Geographies), las principales contribuciones de este estudio se encuentran dentro de los límites de las nuevas metodologías propuestas para investigar la relación entre la naturaleza y la humanidad, y proponer acciones de conservación que son aplicables a espacios concretos. Es decir, reservas de biosfera con múltiples espacios naturales y artificiales. Nuestra metodología, que a los efectos de esta propuesta hemos denominado «inmersión rizomática», se centrará en cuatro aspectos (y objetivos) principales: i) explorar (a través del análisis del discurso) los discursos actuales dominantes sobre la relación naturaleza/humanidad, con el fin de proponer nuevos discursos que apoyen el cambio cultural. ii) explorar lenguajes no humanos a través del análisis de la expresividad territorial, paisajes sensibles, flujos y trayectorias a través de paisajes sonoros y actos performativos (creando conciencia ecológica para crear una nueva atmósfera cognitiva); iii) aplicar gobernanza afectiva en el diseño de estrategias de co-conservación, basadas en metodologías innovadoras para apoyar el desarrollo de la conciencia ecológica, incluyendo el desarrollo de Blitzes BioGeoArt; y iv) cuestionar los sistemas de gobernanza tradicionales y reflexionar sobre la escalabilidad y replicabilidad de esta metodología en el marco de la biopolítica, la cosmopolítica, las geoHumanidades y los diferentes ángulos de la geografía (desde la biogeografía a las geografías críticas y creativas). Al lograr estos objetivos, esperamos reducir la brecha entre los seres humanos y la naturaleza, no solo teóricamente sino también como una respuesta a las soluciones idiosincrásicas y tecnocráticas para la biosfera, en espacios que nos incluyen a todos nosotros, nuestras intenciones científicas, pretensiones afectivas y la condición [humana-naturaleza].
El proyecto abarca la integración de una staff multidisciplinaria, con amplias conexiones internacionales (ver Apéndice). El proyecto abarca también la integración de al menos un postdoctorado en el tema “Geografías creativas”; dos estudiantes de doctorado en “análisis del discurso” y “ciencias de la conservación”, dos estudiantes de magister en “biopolítica y geografía”; y cuatro estudiantes de pregrado. Además de los posibles estudiantes que se integrarán desde el equipo de apoyo internacional.
La naturaleza del proyecto es la integración de diferentes actores ambientales y comunidades; por lo tanto, no hay una «transferencia» de conocimiento producido; sino una coproducción de conocimiento con diferentes actores, desde guardabosques, turistas, escolares, personas con otras habilidades, etc. Esta coproducción se basa en la integración del “Fab-Lab”, un vehículo para difundir actividades de diseño por todo Chile (ver Apéndice) y la integración de ONGs y organizaciones especializadas en actividades de alcance, como “Taller La Era” y “Bioma” (ver Apéndice). BioGeoArt Blitzes, talleres y seminarios regionales se llevarán a cabo en una variedad de espacios y entornos para que podamos desarrollar un verdadero camino hacia una nueva relación entre la naturaleza y el hombre.
Descripción del Proyecto
1. Introducción
Vivir en la era del Antropoceno (o alternativamente el Capitaloceno) (Holm et al., 2015) (Moore 2017) implica enormes desafíos para la sociedad global que ya han sido identificados desde una perspectiva transdisciplinaria por geógrafos, científicos del cambio climático, biólogos, científicos de ecosistemas, científicos sociales, artistas (Stockholm Resilience Center 2017) y comunidades locales. Esta situación implica profundos procesos de desterritorialización y reterritorialización, desafiando las formas tradicionales en las que hemos abordado el estudio del espacio geográfico (Haesbaert, 2011). Actualmente, existe una necesidad urgente de desarrollar nuevas formas de relacionar a los humanos, el territorio y la naturaleza: “aunque se ha reconocido que el papel de la agencia humana en el cambio climático global está lentamente destruyendo las condiciones para la vida en la tierra, nuestra agencia también tiene el potencial para transformar la percepción y la acción, social y ambiental, para mantener y sostener las condiciones planetarias esenciales para la supervivencia de sus especies ”(Holm & Travis, 2017: 112). Esta nueva realidad se llama «nueva condición humana», donde los desafíos no son prácticos ni simples, e involucran particularmente un cambio epistémico (Porto-Gonçalvez, 2009; De Souza y Meneses, 2010; Escobar, 2017), que genera aperturas en otras formas de construir relaciones entre los seres humanos y el entorno que los rodea. Esto implica profundos cambios de conciencia y de comprensión del papel que desempeña cada ser humano en el declive o la preservación de la vida en la Tierra, con las perspectivas dicotómicas que han dado forma a la relación entre la naturaleza y la cultura, abordando la dimensión natural como un principio ontológico de la existencia humana. (Blaser, 2009; De La Cadena, 2010; Escobar, 2014) (Arias-Maldonado 2016). Al mismo tiempo, como señala Swyngedouw (2011), para lograr esto, es necesario investigar las perspectivas políticas y post-democratizadas sobre la naturaleza. Esto, desde una perspectiva latinoamericana, implica también fortalecer las nuevas epistemologías del sur global (Escobar, 2010, 2016, 2017; De Souza y Meneses, 2010) y abordar las críticas sobre la colonialidad de la naturaleza, implícitas en los discursos y prácticas del extractivismo de los recursos naturales (Alimonda, 2011). Además, la discusión actual generada a partir de las perspectivas geográficas post-humanas y las geografías animales, cuestionan las perspectivas antropocéntricas, desplazando el papel centrado en el ser humano en la teoría social.
En general, la crisis ambiental expuesta por el Antropoceno (tratada más críticamente como un Capitaloceno, por ejemplo, Moore, 2017), puede interpretarse como la crisis del proyecto de la modernidad, que causó la fractura inicial entre las nociones de cultura y naturaleza, que fueron profundamente sostenidas en tiempos pre-modernos. Esto es parte de todas las divisiones que dan forma a la humanidad actual: hombre / mujer, adulto / niño, incluida también la fragmentación de las disciplinas y el conocimiento, y la división entre política y filosofía (Arancibia y Montealegre, 2017).
Desde una perspectiva relacional, se hace hincapié en comprender el concepto de vida desde una perspectiva constructivista amplia, basada en las relaciones generadas entre actores humanos y no humanos (Escobar, 2017). Los valores relacionales también se han destacado como constitutivos de la conservación de la biodiversidad por los ecólogos (Chan et al. 2016) y en los informes de la “Plataforma Intergubernamental para la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas IPBES”. En este sentido, se ha presentado una crítica fundamental desde el punto de vista feminista desarrollado por Donna Haraway (1988), quien cuestiona la pretensión de neutralidad tradicionalmente presente en las ciencias, así como las explicaciones basadas en visiones de la totalidad y la universalidad de la realidad, criticando como resultado, la relación entre el sujeto y su objeto de investigación (Haraway, 1988), por lo tanto, sugiere pasar de una perspectiva situada, a una que involucre el conocimiento corporal y autoconsciente, que involucre a humanos y no humanos que habitan en el mismo territorio, para desafiar la hegemonía del conocimiento. En este sentido, los dos aspectos destacados por Haraway (1988) son: i) la necesidad de cuestionar el sentido de la vista, que se ha utilizado comúnmente para ejercer el control y el poder de la clasificación social, instando a los científicos a investigar otras formas de mirar, y ii) la problematización de la relación sujeto (objeto de estudio)/ investigador para incorporar una perspectiva en la que los objetos se integran como actores con los que uno entra en una relación. Como resultado, esto se desarrollará hacia nueva comprensión de las relaciones naturaleza / cultura, lo que resultará en un gran paso hacia la dilución de esta división.
La crisis socioambiental dentro del Antropoceno puede interpretarse como parte de una crisis del proyecto de desarrollo propuesto por la modernidad (Porto-Gonçalves, 2009; (Latour, 1993), que ha resultado en una fractura entre las nociones de cultura y naturaleza. Estos conceptos funcionan hoy de formas tan opuestas que la naturaleza ha sido asumida como una prisión original y una barrera para el desarrollo humano, donde la naturaleza ha sido representada como el salvaje y el primitivo, que necesita ser controlado y atendido. Por otro lado, la cultura ha sido tradicionalmente considerada como la capacidad humana de controlar los pulsos de su propia naturaleza y superar las limitaciones impuestas por el desarrollo humano. En este contexto, la naturaleza se ha reducido convenientemente a “una cosa», a una serie de recursos que los humanos necesitan explotar para satisfacer sus necesidades. Siguiendo este paradigma, la naturaleza ‘a veces’ también necesita ser conservada, PERO también PARA propósitos humanos (relacionados con lo que hoy se conoce como «servicios ecosistémicos»). Esto también se refleja en la definición de desarrollo sostenible de la ‘Comisión Brundtland’, que declara contiene dos conceptos clave: “la idea de las limitaciones impuestas por el estado de la tecnología, y la organización social sobre la capacidad del medio ambiente para enfrentar necesidades presentes y futuras”(WCED 1987, p.43). Hoy en día, la conservación de la vida en la Tierra ocurre principalmente en Áreas Protegidas (AP), aunque dicha protección a menudo puede ser peligrosa. Las AP se ven afectadas por incendios, plagas, caza furtiva ilegal y alteraciones del ecosistema, debido a las especies invasoras y el cambio climático. Cuando la matriz que rodea a una AP se incluye como parte de la AP, se convierte en una Reserva de la Biosfera (BR), que se establece explícitamente para considerar la dimensión o puente humano (Moreira-Muñoz & Borsdorf, 2014). El concepto es fuerte relacionado con otros conceptos basados en la conservación, como los de «hotspots» versus «coldspots» (ver (Kareiva y Marvier, 2003) para una evaluación crítica). El centro-sur de Chile ha sido considerado como un hotspot de la biodiversidad (Moreira-Muñoz 2014). En este escenario, la forma en que se gestionan estas áreas se vuelve crucial para su conservación: evolucionar de un gobierno adaptativo a un gobierno afectivo que modifica la atmósfera cognitiva y afectiva (Anderson, 2009) se hace necesario para garantizar la efectividad de las áreas protegidas y las reservas de biosfera.
Desde un punto de vista ético y epistemológico, el «giro planetario» (cf. Elías y Moraru 2015) abarca una nueva comprensión de las formas de comportarse hacia las relaciones sociales entre actores humanos y no humanos en el teatro de la biosfera. En este contexto, conceptos transdisciplinarios fundamentales, como la biopolítica y la política geográfica animal, con fuertes vínculos con la geografía crítica y aspectos de la sustentabilidad (Barbier & Burgess, 2017), deben ser considerados. En este sentido, los aspectos deleuzianos de la teoría organizacional también ayudan a construir el mapa/ruta de estas relaciones (Pick, 2017). Un concepto central
tomado de las reflexiones de estos autores es la idea de un «rizoma». Según Gregory et al. (2009), el rizoma está estructurado como una red no jerárquica que conecta diferentes puntos de un lugar a otro, relacionando dimensiones que incluso pueden parecer desconectadas u opuestas. Esto, en su opinión, desafía la estructura tradicional del pensamiento arborescente, caracterizada por la estructuración vertical y jerárquica de sus relaciones. De esta manera, como señalan Deleuze y Guattari (1987), a diferencia de un árbol estructurado, que es compuesto por oposiciones binarias, el rizoma no está formado por unidades, sino por conexiones que muestran cambios direccionales. No tiene principio ni fin, aunque tiene una forma de crecer. Tampoco tiene sujeto ni objeto y el resultado de sus complejas relaciones crea un espacio de multiplicidad y encuentro de existencias humanas y no humanas. Los aspectos que caracterizan al rizoma, según Deleuze y Guattari (1987), son: 1)»Principio de conexión y heterogeneidad», en el cual uno se da cuenta de la capacidad que tiene el rizoma para conectar diferentes dimensiones. El rizoma, entonces, es el resultado de relaciones complejas, un 2) «Principio de Multiplicidad «, que se opone a las relaciones binarias tradicionales como, por ejemplo, naturaleza-cultura, bueno-malo, desarrollo-subdesarrollo, cuerpo-mente, espacio-tiempo. El rizoma se caracteriza por tener líneas borrosas que desterritorizan las relaciones entre sus componentes y las conectan con otros elementos que se encuentran fuera de su unidad, generando encuentros entre ellos y por tanto multiplicidad de relaciones. Además, el rizoma obedece al «Principio de descomposición», lo que significa que, a pesar de las rupturas que un rizoma puede sufrir si se separa en partes, tiene la capacidad permanente de reconstituirse a sí mismo.
Las ciencias geográficas se han nutrido considerablemente de las perspectivas planteadas por Deleuze y Guattari, ayudando a crear aplicaciones concretas para comprender el espacio geográfico. Massey (2008, 2012), por ejemplo, propone que este espacio es el resultado de i) relaciones espaciales; ii) el resultado y condición de la multiplicidad; y iii) aspectos permanentes del ser propio basados en los procesos de reterritorialización y desterritorialización. En este sentido, consideramos la relación humano-naturaleza como un rizoma que se compone de una red de interacciones sociales, culturales, biológicas y ecológicas que están interconectadas y son dinámicas en el tiempo y el espacio.
1.1 Sostenibilidad desde una perspectiva no humana: aproximación a lenguajes no humanos para la conservación conjunta
Para acercarse a los lenguajes no humanos, existen categorías de observación para entender tales idiomas, y estas son:
1) movimiento, a través de procesos de comprensión, flujos y formas de ser; 2) humano y no humano idiomas, a través del análisis de prácticas, discursos y expresividades territoriales, por ejemplo, paisajes sonoros; y 3)La bio- y cosmopolítica y el diálogo de conocimiento (“diálogo de saberes”) entre humanos y entre humanos y no humanos.
La co-conservación aparece entonces como un nuevo concepto (acuñado por nosotros), ya que en un futuro cercano, tendremos que cambiar el concepto pasado de moda de «conservación» por uno nuevo que Incluye la co-construcción de las relaciones de la biosfera y la co-creación de un posible camino común. Por lo tanto, Este es uno de los desafíos que este proyecto busca, queremos desafiar conceptos ya ampliamente utilizados. Otro ejemplo de esto podría ser el concepto de biodiversity hotspots, que se define como espacios en la Tierra. que supuestamente vale la pena conservar en comparación con otros espacios, a diferencia de coldspots, que no tiene sentido proteger, como si los humanos pudieran decidir qué formas de vida vale la pena conservar y cuáles no. Una posición más radical podría asumirse donde los humanos podrían alentar a proteger todas las formas de vida o ninguna en absoluto. una tercera alternativa se encuentra dentro de los límites de lo que este proyecto busca lograr al desarrollar un enfoque honesto. Requerimientos no humanos reales para la conservación, esto se denominará en adelante co-conservación, lo que involucra la conservación de las relaciones humano-no-humanas dentro de la biosfera.
Al analizar la planificación y ejecución de la conservación tradicional, se hace evidente que las unidades de conservación se basan principalmente en lo que llamamos un «esquema de diseño medieval de un castillo», rodeado por una zanja circular. Este modelo se aplica especialmente a las reservas de biosfera, que están diseñadas explícitamente como un anillo concéntrico.
Diferentes intensidades de uso e impacto humano (Moreira-Muñoz & Borsdorf, 2014). Desafortunadamente, este esquema brillantemente concebido apenas funciona a nivel mundial, ya que los diseñadores de paisajes y los ecólogos todavía están tratando de explicar los beneficios de llevar una forma de vida que esté en línea con la necesidad de una reserva de biosfera. Si bien este modelo parece funcionar bien en países relativamente ricos y «desarrollados», este no es el caso para el resto del mundo. Por ejemplo, los científicos en Bolivia nos advierten sobre la extinción de los BR en este país.
Ciertamente, en Chile esta situación también es dramática: ninguna de las 10 Reservas de Biosfera declaradas actúa como un Espacio de conservación o sostenibilidad. De hecho, todas las reservas están experimentando rápidos procesos de degradación, asociado a incendios forestales, saqueo de agua, explotación forestal, crecimiento urbano y diferentes tipos de contaminación. Así, en tales espacios convergen todos los aspectos de la vida moderna, desde los más prístinos hasta los más perturbados. Los, como las zonas urbanas. Sin embargo, estos territorios siguen siendo los mejores espacios que tenemos para seguir intentando Construir una nueva relación humano-naturaleza.
Srinivasan (2017) realizó un análisis crítico de la conservación de la vida silvestre contemporánea, destacando trabajo en conservación y geografías más que humanas que cuestiona el énfasis biopolítico en conservación en la protección de colectividades como las especies ”(Srinivasan, 2017): 1458). Esto enfatiza la necesidad de abordar la relación humano-naturaleza no solo de una transdisciplinariedad sino también de una intradisciplinariedad perspectivas que exploran el desarrollo de lo que llamaremos Geografías Creativas (Bio), para ampliar el. Límites y acciones de la disciplina hacia diferentes contextos y entornos (‘entornos’), realidades culturales. (parques, periferias urbanas) y la creación de formas novedosas de posibles realidades (naturales, sociales y culturales). (Elwood & Hawkins, 2017). Una forma de hacerlo es explorar los lenguajes no humanos que se pueden observar. En la expresividad territorial presente en la naturaleza (Deleuze & Guattari, 1987). Los límites de la biogeografía como Moreira-Muñoz ha explorado la disciplina dentro del amplio panorama de la biogeografía. (2007), como “biogeografía posmoderna”. Una de las dimensiones de la expresividad territorial puede ser estudiada en los paisajes sonoros o paisajes sonoros, que dan cuenta de las formas en que las diferentes formas de la vida se expresa y sus relaciones en estos lugares a través del sonido (Davies et al. 2013). Estas Los paisajes sonoros son parte de los entornos en los que la vida humana se desarrolla diariamente, como parte de su propia existencia y Emociones (Caín et al. 2012). Esta exploración también es relevante desde una perspectiva política, porque la Las transgresiones ambientales generadas por las prácticas humanas amenazan la existencia misma del ser humano. Además, explorar y hacer las diferentes dimensiones de la relación entre la naturaleza y el hombre (tales como el no humano idiomas de la naturaleza) visibles se espera que atraiga las emociones de las personas en relación con el paisaje (Dillane et al. Alabama. 2015) y, por lo tanto, contribuir a movilizar a los actores políticos locales para tomar una acción co-conservadora. En esto luz, nuestro objetivo es explorar y desarrollar la creatividad como una “estrategia política variada” (Hawkins 2014; (Hawkins & Kanngieser, 2017), traducido a la aplicación explícita de Creative Geographies para la re-conceptualización. y la co-conservación de la relación humano-naturaleza (más acerca de estos temas se explicará en el sección de métodos).
1.2 Co-conservation in the spaces of the Capitalocene through rhizomatic, creative and Creative (emotional) Geographies
La co-conservación no humana se basa en el hecho de que para comprender los requisitos no humanos en el mundo natural, los humanos no solo necesitan saber, sino también entender e incluso «vivir» lo biológico. Ciclos de actores no humanos de la biosfera. (Haraway, 1991, 2002) por ejemplo, ilustra el cambio actual de los humanos (particularmente para las culturas occidentales) como resultado de la abrumadora cantidad de conocimiento producido por las ciencias biológicas durante el último siglo y medio, lo que ha provocado un cambio en la historia humana de vista centrada en el antropocéntrico a una vista de la biosfera más humana (centrada en los organismos y el medio ambiente) historia). Paradójicamente, el Antropoceno, marcado y definido por el impacto de los humanos en el planeta. ambientes, irónicamente ha dado lugar a un nuevo y más fuerte período de conciencia ambiental generalizada. Desafortunadamente, tal conciencia ambiental no ha sido particularmente efectiva para detener la actual la degradación ambiental causada por las actividades humanas; y no ha demostrado ser suficiente o totalmente eficaz para detener las tasas aceleradas de cambios negativos, como la pérdida de biodiversidad (por ejemplo, Ehrlich y Pringle 2008), el agotamiento de los recursos y la contaminación (por ejemplo, Zhang & Wen 2008) y la degradación ambiental en general (por ejemplo, Stern et al., 1996; Hoyos et al., 2015). Esto no es solo una cuestión de hechos científicos sino también un problema de conceptualización e interpretación de realidad: los expertos sostienen que este problema no es inherente a toda la humanidad (es decir, Anthropos), sino que se crea en el corazón del sistema económico dominante; Hablaremos, por tanto, del «capitaloceno». Además, Haraway (2016) propone una nueva forma posible de ser espacio-tiempo: el «Chthulucene», un «tipo de lugar de tiempo para aprendiendo a permanecer con el problema de vivir y morir en capacidad de respuesta en una Tierra dañada «. A pesar de esto parece un mundo nuevo para una utopía práctica, para transitar y transmitir (todavía) un mundo de posibilidades, Parece un lugar de tiempo en el que vale la pena vivir. Este proyecto se sitúa en este punto espacial en el que el futuro. Necesita ser proyectado, diseñado y vivido.
1.3 Conciencia ecológica y gobernanza afectiva
La conciencia ecológica (en adelante, EA) se puede definir como la comprensión de los sistemas naturales que apoyan la vida en la tierra (Orr, 1992). El concepto de EA ha evolucionado principalmente desde el concepto de Educación Ambiental (EnvE). Como un concepto único, EA se ha alejado de sus orígenes en EnvE a la perspectiva más posmoderna. (por ejemplo, Laura y Cotton 1999), que a su vez incorpora educación empática y conciencia ecológica como parte de eso. Además, dicho enriquecimiento de la EA traslada los aspectos educativos de la EA al concepto de economía ecológica. sostenibilidad (Sterling, 2003), que considera aspectos de la sostenibilidad de los procesos ecológicos. Un número de los estudios han intentado medir los niveles de EA en varios escenarios diferentes (por ejemplo, Bruyere, 2008; Pitman y Daniels 2016). Por lo tanto, se ha observado que una alta EA está fuertemente relacionada con una serie de estudios psicográficos. y factores sociodemográficos como el género, la edad, el nivel educativo (basado en la ciencia), la situación laboral, compromiso con la naturaleza durante la infancia y la edad adulta, participación en el cultivo de alimentos y experiencias al aire libre, estilo de vida, criarse en una comunidad pequeña y la presencia de aprendizaje relacional (Pitman et al., 2018). En Por otro lado, la baja EA aparece asociada a un bajo nivel educativo, creciendo en grandes comunidades urbanas, y pasar poco tiempo al aire libre o en entornos naturales (por ejemplo, Steiner 2016; Casper & Balgopal 2017; aPitman et al., 2018; Pitman et al., 2018). En este contexto, la importancia de desarrollar actividades que aumenten la EA en, por ejemplo, Por ejemplo, las comunidades que habitan grandes centros urbanos se vuelven urgentes, ya que permite que las personas no solo ganen comprensión, pero también para desarrollar un sentido de participación (Hinchliffe et al., 2005), empatía (Rottle & Johnson 2007) o incluso afecto hacia la naturaleza (por ejemplo, Van Der Hoeven Kraft et al., 2011). Como resultado, las personas involucradas en tales actividades cambian sus actitudes hacia el mundo natural, tomando conciencia de cómo sus propios Las actividades impactan el mundo natural (Sabaini et al. 2014).
En relación con esto, la gobernanza afectiva (en adelante, AG) (atmósferas afectivas en el sentido de Anderson (2009) significa que la gobernabilidad se puede implementar por medio de emociones o afecto, que al mismo tiempo se puede utilizar como una forma de implementar y estudiar sociales (Bowles & Gintis 2002; Pykett et al., 2016; Pimlott ‐ Wilson, 2017), política económica (Riach & Jack 2016; Gunning, 2017) y política (Pykett et al., 2016). Desde una perspectiva ambiental, las prácticas y los principios de AG también se han utilizado para estudiar los aspectos emocionales. percepciones de cambios ambientales (Bondi et al., 2005), tales como percepciones sobre el cambio climático (por ejemplo, Leviston et al., 2014), o incluso para incluir una cosmovisión particular en la ciencia de la conservación (por ejemplo, Ishizawa, 2006).
En este sentido, la investigación realizada sobre la importancia del afecto (generalmente entendido como factores afectivos) En, por ejemplo, el manejo de áreas naturales, ha demostrado que la afectividad no es positiva. influenciar y promover la conservación a través del uso sostenible de los recursos naturales (por ejemplo, Mvungi, 2008; Hosseini, 2011). En este contexto, la importancia de AG para desarrollar metodologías de conservación, estrategias y, en última instancia, las políticas se vuelven cruciales a medida que la participación de la dimensión emocional de los seres humanos en su La percepción de la naturaleza podría ofrecer nuevas formas de mejorar la efectividad de los esfuerzos de conservación (considerar el caso de niños en Miller, 2005). En este proyecto, el gobierno afectivo se estudiará principalmente a través de Desarrollo del afecto hacia la naturaleza, que será investigado a través de las experiencias de las personas. Quienes están en contacto directo con determinados ambientes naturales. En general, el uso innovador de disponible Las tecnologías para aumentar la conciencia sobre la importancia de implementar AG se convierten en un factor clave para aumentar EA mediante la creación de una nueva atmósfera cognitiva y, en última instancia, el establecimiento de bases sólidas sobre las cuales realizar programas de co-conservación. Los aspectos prácticos de este nuevo estilo de gobierno se están aplicando en diferentes lugares de América Latina. (por ejemplo, en Paraguay), mostrando posibilidades prometedoras (Tucker, 2017). También en Australia se avanza en estos aspectos. son dignos de mención (Bawaka Country et al., 2016). En este sentido, (Pick, 2017) propone repensar la organización. Teoría integrando conceptos deleuzeanos como el rizoma y el pliegue.
1.4 Mejora de la bio- y cosmopolítica: la relación entre vida, cuerpo y política.
En la cosmovisión de algunos de los pueblos originarios de América, el vínculo entre la naturaleza y los seres humanos es dado a través de un territorio común compartido (Morales, 2010), que se encuentra en una relación de interdependencia y parte de un todo coherente donde cada elemento desempeña un papel específico. En el caso del pensamiento maya, por ejemplo, la representación del paisaje «cuerpo y naturaleza son un territorio» (Morales, 2010). El territorio entonces se considerará un ser vivo, así como los seres humanos, animales, plantas y minerales, representando un ontológico dimensión sujeta a conflictos políticos cuando se superpone a otras formas de cosmovisión de la naturaleza, por ejemplo, El capitalismo moderno. El cuerpo humano, entonces, está concebido como una parte integral del entorno geográfico. y constituye una representación del cosmos. El territorio habitado se considera un todo coherente donde cada componente, a saber, humanos, animales, plantas, estrellas, orientación geográfica y juegos de curso temporal Un papel específico y en el que todos son interdependientes (Morales, 2010). Según estos puntos de vista, sin embargo, la naturaleza Tiene un orden cuyo centro es el ser humano.
En otras culturas, esta visión antropocéntrica será más difusa en la medida en que la naturaleza se considerará una Entidad humana con derechos. De hecho, el reconocimiento de los derechos de la naturaleza en las Constituciones de, por ejemplo, Ecuador (2008) y Bolivia (2009) expresan la voluntad política de incorporar la visión del mundo que la naturaleza tiene Voz propia. En tal contexto, Zaffaroni (2011) explora este elemento que muestra la discusión sobre «el se afirma la exclusividad del ser humano como titular de derechos «, considerando los derechos de la tercera generación. y las dudas que se resuelven entre juristas y especialistas sobre el derecho legal que se configura en los delitos. del maltrato a los animales o los llamados delitos ecológicos (Zaffaroni, 2011). Además, el autor explora. Los efectos que este reconocimiento tiene en la política, que se expresa en las denominadas constitucionalismo (2011).
Aquí podemos mencionar el alcance de la Pachamama enfatizada por Zaffaroni (2011), o Abya Yala (Escobar, 2018), que constituye un constructo psíquico natural de los pueblos nativos de la región andina, cuyos sistemas de pensamiento, en comparación con la visión occidental, no encuentran una coincidencia en la modernidad. Sin embargo, anterior a la liberalización, aproximadamente desde la Edad Media hasta el Renacimiento (entre los siglos XIII y siglos XVII), es posible encontrar responsabilidades atribuidas a los seres no humanos (Farre). Animales a pesar de la suposición humana de que los animales son inferiores, se consideraron importantes para los humanos que Les atribuye sus propias virtudes y defectos. Estas ambigüedades explican por qué los ensayos con animales, por ejemplo, eran frecuentes, especialmente para los cerdos que habían matado o comido niños, lo que algunos justificaban pretendiendo que Los animales tenían un poco de alma mientras que otros lo negaban. Tales procesos darían cuenta del hecho de que desde el Siglo XIII y hasta la Ilustración, los animales fueron reconocidos como personas o al menos como responsables. (Zaffaroni, 2011). Así, al referirnos al pensamiento clásico, podemos identificar el vínculo entre la vida y la política. donde Aristóteles hace la distinción entre Bios y Zoe (Agamben, 2003). (Biermann & Anderson, 2017) basan su argumento en las conceptualizaciones de Foucault sobre biopolítica y biopoder. Asumimos este fondo y agregue las nuevas conceptualizaciones de Bruno Latour que buscan escapar de lo negativo y Narrativas catastrofistas que llevaron a la inmovilización (Latour 2018). Buscamos impulsar la movilidad social a través de un Democratización de la discusión sobre biopolítica y … (un concepto latouriano). Además, los enlaces entre la biopolítica y la filosofía han sido exploradas por (Arancibia y Montealegre, 2017) vinculando al Rancierian perspectiva con Deleuze, poniendo las semillas para una comprensión más profunda de las relaciones de poder jerárquicas En lugar de relación humano-humano (rizomática). Esto implica buscar una nueva cosmovisión y una nueva. Cosmopolítica (De La Cadena, 2010).
Queremos encarnar el deseo expresado por (Biermann y Anderson, 2017): 3) «Participar en tales conversaciones… puede contribuir a alejarse de un modelo de conservación basado principalmente en la experiencia técnica (aún a menudo dominado por intereses estatales y económicos) a uno informado por la ciencia pero basado en responsabilidad hacia la naturaleza no humana y entre sí; en otras palabras, una conservación que se reconoce a sí misma como a la vez científica y política ”. Los desafíos socioambientales actuales son proporcionar “excepcionalmente fértiles terreno para una beca geográfica sobre conservación ”(Biermann & Anderson 2017: 2). Estos autores utiliza Conceptos foucauldianos de biopoder y biopolítica para evaluar críticamente el objetivo fundamental de la conservación de afirmativamente salvando vidas ”(Braverman, 2015: 227). Bierman & Anderson expande las nociones de biopoder y biopolítica para abarcar dinámicas más que humanas en cuatro dominios amplios: especies en peligro de extinción manejo, conservación genética y genética, áreas protegidas y reconstrucción. Otros aspectos de La conservación más relacionada con los aspectos culturales de la geografía no se ha evaluado aún, ni el poder de El arte y el diseño como facilitador y catalizador. «Pero no es a menudo el caso que tales experiencias intangibles sean ¿Precisamente los puentes entre la individualidad y el colectivismo a la luz de una experiencia compartida? En lugar de representando hechos sobre un evento o fenómeno dado, el problema es apuntar a la co-presencia que resulta de compartir el mismo espacio físico y el mismo marco temporal en una relación directa e inmediata a través de una fisicalidad muy similar. Esta aceptación es fundamental para nuestro hábito cultural a través del cual nos construir la crianza en nuestras vidas; Significa que le damos credibilidad y buscamos investigar esos momentos. cuando algo «sucede» que nos une, momentos como «el zumbido de la anticipación» en una gran reunión, o la «atención aumentada» que resulta de una mirada dirigida mutuamente, o «el sentido de compartir Tensión y subsiguiente alivio «(Dewsbury, 2010: 331).
La incorporación de una perspectiva rizomática al estudio de la relación humanidad-naturaleza implica un desafío metodológico en el que, como señalan Deleuze y Guattari (1987), el mapa adquiere mayor importancia como herramienta metodológica, debido a su capacidad para proporcionar una representación visual y maleable de estas relaciones, permitiendo entradas flexibles y múltiples, y para la inclusión de las transformaciones continuas que sufre el rizoma. De esta manera, nos proponemos investigar la relación entre la naturaleza y el hombre, mediante el mapeo de las redes de entendimientos, actitudes, conocimientos, etc., dibujando las líneas borrosas y las conexiones subterráneas que existen entre las diversas relaciones, para comprender sus significados en relación con otros espacios. Este proyecto propone lograr esto mediante la inmersión rizomática, es decir, a partir de la creación de una estrategia, una metodología sensible que nos permita establecer las diversas conexiones del rizoma con las diferentes dimensiones que lo influyen (por ejemplo, social, política, natural, etc.). .), para lo cual, a continuación se describen los aspectos explorados en esta inmersión. Adoptar esta perspectiva rizomática nos permitirá comprender las relaciones entre las diversas formas de existencia que convergen en ciertos espacios, construyendo redes de vida.
2. Hipótesis
El estado de conservación de los diferentes espacios dentro de una reserva de biosfera no tendrá un efecto real en la calidad de la experiencia de inmersión rizomática, es decir, cualquier espacio servirá también para una conexión con la naturaleza, independientemente de su estado ‘legal’ como un área de conservación. Esto no implica una disminución del concepto de área protegida, sino la exploración de cualquier espacio para convertirse en un «espacio de diálogo humano-no humano». Por el contrario, la diversidad de formas, formas y actores dentro de un espacio tendrá un efecto en la calidad de la experiencia. Por lo tanto, los espacios homogéneos perturbados con una cantidad reducida de actores no humanos tendrán menos impacto en una inmersión rizomática que los espacios donde la presencia de lo no humano es más tangible, palpable y sensible. Esto será investigado en un gradiente de espacios desde los más “naturales” hasta los más “perturbados” dentro de las Reservas de la Biosfera y fuera de las Reservas de la Biosfera sin protección legal.
3. Objetivo principal
Desarrollar un enfoque novedoso para acortar la división entre naturaleza / cultura a través de una interacción creativa y productiva dentro de GeoHumanities que aborde aspectos controvertidos de sostenibilidad y co-conservación dentro de las reservas de biosfera.
3.1 Objetivos específicos
Objetivo 1 Analice el conocimiento y la relación de los actores (humanos) con sus entornos naturales a través de la geoetnografía y las geo-narrativas.
Objetivo 2 Explore lenguajes no humanos a través del análisis de la expresividad territorial, paisajes sensibles, flujos y trayectorias a través de aspectos ocultos del paisaje como paisajes sonoros.
Objetivo 3 Aplicar la gobernanza afectiva en el diseño de estrategias de co-conservación basadas en metodologías innovadoras para ayudar a crear conciencia ecológica.
Objetivo 4 Cuestione la zonación tradicional de áreas protegidas y discuta la escalabilidad y la replicabilidad de la metodología en términos de biopolítica, cosmopolítica y geohumanidades.
Cuestione la zonación tradicional de áreas protegidas y discuta la escalabilidad y la replicabilidad de la metodología en términos de biopolítica, cosmopolítica y geohumanidades.
4. Metodología
Proponemos un marco metodológico que llamamos inmersión rizomática; Esto implica una experimentación performativa de actores a través de espacios sensibles (ver Dewsbury 2010) (Hawkins, 2015; Hawkins y Kanngieser, 2017), utilizando sus sentidos visuales, táctiles y auditivos en relación con todos los paisajes posibles en un gradiente de la mayoría natural a las zonas periféricas perturbadas y empobrecidas dentro de una BR. Las experiencias se sistematizarán como un kit de herramientas y se replicarán en otros espacios que carezcan de protección formal. Toda la experiencia se organizará y se convertirá en un programa que tiene como objetivo informar la toma de decisiones y la bio y cosmopolítica de la conservación a través de seminarios y talleres in situ, así como una exposición interactiva en el Museo de Historia Natural.
4.1 Objetivo 1
Para ayudar a conceptualizar la relación de las personas con la naturaleza en cualquier contexto dado, necesitamos explorar cómo las personas interactúan con su entorno natural e investigar lo que saben sobre su entorno que puede afectar (tanto positiva como negativamente) esta relación. Por lo tanto, para abordar el primer objetivo de este estudio, los datos se recopilarán a través de trabajos de geo-narrativas y geo-etnografía.
4.1.1 Geo-narrativas
La geo-narrativa (Figura 1) es un método de investigación cualitativa que se encuentra en «la intersección de los sistemas de información geográfica cualitativa (SIG), el análisis narrativo, los métodos geográficos de tiempo basados en SIG 3D y el análisis de datos cualitativos asistidos por computadora» (Kwan y Ding, 2008: 443). Este tipo de metodología se puede utilizar para investigar el conocimiento personal y basado en la comunidad de cualquier asunto dado y, a menudo, implica realizar entrevistas semiestructuradas con el objetivo de obtener narrativas de los participantes, como historias orales, historias de vida y biografías. En el caso de este estudio, se llevarán a cabo entrevistas para obtener narrativas que reflejen la relación de los participantes y el conocimiento de los entornos que los rodean. Desde este punto de vista, el uso de entrevistas semiestructuradas permite a los investigadores emplear un guión diseñado para guiar la entrevista de acuerdo con su tema de interés, al tiempo que proporciona a los entrevistados el espacio necesario para discutir otros temas emergentes (Llamas, 2007). Las entrevistas serán grabadas en audio y transcritas textualmente. Se espera que estas narrativas obtenidas en estas entrevistas arrojen luz sobre los significados culturales de los participantes sobre su entorno, sus percepciones de ellos, sus actitudes hacia ellos y las formas en que los participantes interactúan con estos entornos. Estas historias se utilizarán para crear redes de conocimiento (Gebauer y Doevenspeck, 2015) que se mapearán para mostrar visualmente cómo los humanos perciben y se relacionan con sus entornos circundantes (por ejemplo, Kwan y Ding, 2008).
El análisis de datos para esta etapa del estudio tendrá dos fases: a) un análisis narrativo de las historias compartidas por los participantes durante las entrevistas, yb) métodos analíticos geográficos de tiempo basados en SIG 3D como marco de representación. En el caso de los primeros, vale la pena mencionar que las narraciones incluyen la narración de uno o más eventos que a menudo se organizan en orden cronológico, en torno a ciertos personajes, escenarios y trama, y »representan [no solo] formas históricas de saber ”(Riessman, 1993: 1) pero también de ‘hacer’ como narraciones ayudan a construir realidades sociales (Barone y Lazzaro-Salazar, 2015). El análisis narrativo está dentro de los límites del análisis del discurso (De Fina y Georgakopoulou, 2015) y ofrece información útil para comprender la complejidad de las interacciones entre humanos y la naturaleza a lo largo del curso de la vida de los participantes. En este estudio, las narraciones se explorarán a nivel macro, es decir, considerando las ideologías, estructuras de poder y normas sociales integradas en ellas (por ejemplo, Lazzaro-Salazar, 2017b; Fairclough, 2013), a través de un análisis temático, y a nivel micro, es decir, análisis detallado del tipo de discursivo y lingüístico recursos (por ejemplo, Lazzaro-Salazar, 2017a) que se emplean para construir las posturas de los participantes en términos de, por ejemplo, su percepción de responsabilidad de su influencia en el medio ambiente, a través de un análisis estructural de las narrativas (Riessman, 1993). El mapeo de estas narrativas se realizará utilizando métodos analíticos geográficos de tiempo basados en SIG 3D (como en Kwan y Ding, 2008; Straumann et al., 2014). (Ver Ejemplo en la Figura 1, Apéndice).
4.1.2 Geoetnografía
La geoetnografía combina etnografía, es decir, «un conjunto completo de métodos para recopilar datos, analizar, interpretar y escribir» sobre las actividades cotidianas de un grupo de personas (Davis y Henze 1998: 400), y las metodologías SIG, como se indicó anteriormente, con el objetivo de proporcionar una comprensión profunda y matizada (y, por lo tanto, mapeo) de los fenómenos bajo investigación (Matthews et al., 2005; Hillier, 2017). El valor de realizar un trabajo etnográfico es el contacto prolongado con las comunidades involucrados y los datos descriptivos ricos y detallados resultantes que proporciona sobre el comportamiento, las actitudes y las percepciones de las personas en su contexto ambiental (Marra & Lazzaro-Salazar, 2018).
Además del trabajo etnográfico que se realizará al realizar las entrevistas semiestructuradas en profundidad discutidas anteriormente, el trabajo geoetnográfico propuesto aquí incluirá observaciones en el sitio (por ejemplo, el comportamiento de los visitantes y vecinos alrededor o en el lugar seleccionado sitios), asistir a actividades en el sitio, realizar una encuesta sobre, por ejemplo, el bienestar percibido de los visitantes, vecinos y trabajadores en relación con sus entornos circundantes (por ejemplo, ver percepción ambiental georreferenciada en Zhou y Li, 2018) y observaciones de campo ( ver datos de actividad espacio-tiempo en Matthews et al., 2005). Además de utilizar los datos geoespaciales resultantes para apoyar y complementar los mapeos de las narrativas (y como una forma de reconstruirlas) (Straumann et al., 2014), se recopilarán otros datos cualitativos multimedia para proporcionar evidencia que muestre cómo las personas se relacionan a estos espacios, como videos de lapso de tiempo que rastrearán las actividades de las personas en su entorno (para una consideración de los patrones rítmicos y los flujos rítmicos de los espacios, ver Paiva et al., 2017; también ver ‘actividad basada en la trayectoria’ en Zhou y Li , 2018). Estos datos apuntan a resaltar «la experiencia y los pensamientos de los grupos en su mayoría silenciados por los poderosos discursos dominantes» con el fin de crear «conocimiento basado en el lugar [que] faculta a las personas locales que tienen relaciones íntimas con el lugar» (Zhou y Li, 2018: 399).
En esta etapa del estudio, los participantes serán personas relevantes que viven cerca de los sitios de interés o que trabajan / visitan estas áreas (por ejemplo, guardaparques, pueblos indígenas y agricultores). Para fines prácticos, se definirán unidades espaciales fijas de los sitios seleccionados (por ejemplo, áreas de influencia) para identificar a los participantes relevantes (Milton et al., 2015). Como en nuestras investigaciones anteriores (por ejemplo, Lazzaro-Salazar, 2009; 2013; 2017b), este estudio adoptará los principios fundamentales del paradigma de investigación participativa (Cameron et al., 1992; Cahill et al., 2007). En nuestra experiencia, es vital involucrar a los participantes en el proceso de investigación, ya que esto a menudo promueve redes de apoyo entre los investigadores y las comunidades participantes (Lazzaro-Salazar, 2013; Marra & Lazzaro-Salazar, 2018; también ver Kwan & Ding, 2008). Este enfoque para realizar investigaciones puede resultar particularmente útil en estudios que tienen como objetivo promover la participación de las personas en los procesos de toma de decisiones para mejorar la gobernanza participativa (ver Baud et al., 2011). De esta forma, los participantes pueden ayudar a los investigadores a coordinar acciones estratégicas, como resolver problemas metodológicos (por ejemplo, acceder a una comunidad o sitio) y proporcionar información analítica (Bowl, 2008). Por lo tanto, en línea con los métodos etnográficos de recopilación de datos, los informantes clave (Briggs, 1986) serán identificados y entrevistados en los diferentes sitios para ayudar a reclutar participantes, por ejemplo. Luego, los participantes serán reclutados utilizando la técnica de muestreo de bolas de nieve (Goodman, 1961; Zayts & Lazzaro-Salazar, fc.), Es decir, acercándose a los vecinos de las áreas, trabajadores y visitantes de las áreas, entre otros.
Las diferentes técnicas de recolección de datos propuestas para esta etapa del estudio facilitarán la triangulación de los hallazgos y la interpretación de los investigadores (Lazzaro-Salazar, 2009; 2013). Como resultado, el empleo de más de una fuente de recopilación de datos «aumenta la confianza en los resultados de la investigación y fortalece los (…) resultados» (Hugentobler et al., 1992: 55) ya que un método puede compensar la debilidad de otro.
El tipo de «conocimiento espacializado» que resultará de esta etapa del proceso de recopilación de datos es primordial para informar la toma de decisiones y las políticas basadas en el conocimiento (Baud et al., 2011) y complementará los datos recopilados en las otras etapas del proceso. estudiar para proporcionar una comprensión más matizada de la relación humano / naturaleza. Finalmente, la metodología del estudio propuesto se basa en la experiencia previa de investigación del equipo (por ejemplo, Lazzaro-Salazar, 2017; Lazzaro-Salazar & Pujol-Cols, 2017; Barone & Lazzaro-Salazar, 2015).
4.2 Objetivo 2
4.2.1 Prácticas de movilidad y sus encrucijadas
Los métodos para abordar este objetivo se basan en una perspectiva etnográfica no antropocéntrica y anti determinista, a través de la cual se aplican las prácticas relacionales de los agentes no humanos (Ingold). Siguiendo a Haraway (2016), se propone un enfoque de investigación situado, en el que los investigadores cuestionan la relación sujeto – objeto, cuestionando el lugar del cuerpo en la investigación. De esta manera, nos enfocaremos en comprender el significado del rizoma, al relatar la biografía de agentes humanos y no humanos de dos maneras: i) Describiendo (mapeando) las relaciones en el tiempo y el espacio mostrando su movilidad, para lo cual historias de los actores humanos, en los cuales comentan sus prácticas de movilidad diaria (trayectorias), señalando los itinerarios que muestran en sus territorios y las formas de apropiación social de la naturaleza que despliegan. Para los actores no humanos, se utilizarán herramientas de geolocalización de flora, fauna (por ejemplo, insectos, lagartos, aves, mamíferos) y la descripción de los patrones de movimiento (ver sección 4.3.1). Los resultados se presentarán mediante cartografías espacio-temporales de las prácticas de movilidad y sus encrucijadas desplegadas por diferentes especies, siguiendo a Kwan (2000), mediante el uso de representaciones 3D mediante el uso de sistemas de información geográfica; (Figura 1, Apéndice).
ii) Describir y contrastar las biografías de los actores humanos y las de la vida y las trayectorias de los actores no humanos. Por ejemplo, la biografía de las palmas Ocoa, analizando la forma en que los cambios y las continuidades que han experimentado han transformado la biografía de los humanos y otros actores no humanos. Otro ejemplo podría ser el análisis de la movilidad de las mariposas, y cómo sus variaciones han implicado transformaciones significativas en la trayectoria de la vida de los habitantes y otros actores no humanos.
El segundo método tiene como objetivo mostrar las formas de comunicación de los actores no humanos a través de la expresividad territorial, representada por la forma en que se comunican y marcan su territorio (Masilla e Imilan 2018). Esto puede, por ejemplo, relacionarse con los colores cambiantes del plumaje de un pájaro o en la canción de un pájaro utilizado para comunicarse con otras personas en su territorio, que tiene la capacidad de cambiar a través del tiempo y el espacio. Para lograr esto, llevaremos a cabo las siguientes actividades: i) Grabación de paisajes sonoros, incluidos a) sonidos de bosque, b) sonidos de suelo yc) sonidos fuera del rango de audición humana. Los resultados se presentarán a través de mapas sonoros, que sirven como dispositivos para crear estructuras de conversación entre los habitantes (Gallagher 2015).
Según Pink (2013, Rose (2003), la importancia de los medios audiovisuales en las representaciones geográficas (Geografías visuales) como fuentes documentales, herramientas de investigación y producción ha aumentado en los últimos años. Por lo tanto, el video de lapso de tiempo se utiliza, por ejemplo, como un medio para representar los ritmos, el desempeño y las prácticas cotidianas mostradas por actores humanos y no humanos. En este sentido, el lapso de tiempo permite enfatizar la dimensión espacio-tiempo, en un esfuerzo por superar las dicotomías tradicionales entre el tiempo y el espacio. Al mismo tiempo, esto nos permite comprender los diferentes ritmos de las actividades humanas y no humanas. Por lo tanto, las técnicas de lapso de tiempo se pueden utilizar mediante la captura de paisajes con métodos visuales en geografía en tres escalas espaciales: 1) lapso de tiempo macro, en el que un El actor no humano, como la palma de la mano, se registra en secuencias constantes durante un período de tiempo (por ejemplo, un año), b) meso lapso de tiempo, que mediante un lapso de tiempo hecho por imágenes de drones analiza el conjunto ecológico, y c) norte un lapso de tiempo, que muestra una secuencia de video de microorganismos imperceptibles para el ojo humano. Los resultados se presentarán a través de mapas audiovisuales, que también se convierten en dispositivos para investigar las representaciones humanas de la naturaleza, utilizando herramientas de geovisualización a través del patrimonio virtual, según lo propuesto por Cayla y Martin (2017). El análisis de datos se basará en Paulsen y Rubio (2017).
4.2.2 Geografías animales y geografías de arte
(Buller, 2015) revisaron el enfoque cualitativo de las geografías de animales, cuyo interés proviene del descontento de los investigadores sobre las formas de abuso ejercidas por la dominación de los animales. Desde una perspectiva de género, la relación jerárquica en la relación humano-animal se destaca en la sociedad patriarcal, que ha representado a los animales como indefensos que necesitan protección. Si bien desde la perspectiva marxista, la relación humano-animal es de subordinación en la estructura del trabajo, donde el animal se reduce a un recurso o medio de producción. Una de las posibilidades propuestas por (Buller, 2015) es el uso del método etnográfico para comprender las emociones en los encuentros entre el mundo humano y animal, para comprender los significados de los animales para un grupo cultural. Al mismo tiempo, señalan la importancia de definir las técnicas, el método de selección de los participantes y las características socioculturales del grupo estudiado. Sugieren la necesidad de ampliar la caja de herramientas integrando una perspectiva renovada de los estudios etológicos para describir el comportamiento animal, las impresiones de los humanos e investigar la dimensión perceptiva del espacio. Analizando, por un lado, la difusión de la naturaleza realizada por los medios de comunicación en, por ejemplo, revistas, prensa o fotos, y, por otro lado, también recolectando álbumes familiares de personas locales que fotografían la naturaleza (por ejemplo, Dixon et al. , 2012a, geomorfología llena de maravillas; Manríquez, Mansilla & Moreira-Muñoz en prensa, biogeoheritage Valparaíso) y sus propios dibujos de la naturaleza.
4.2.3 Trayectos artísticos y residencias artísticas naturales
De acuerdo con (Dixon et al., 2012) «pasar de una consideración de los bowerbirds en la sabana a los trombolitos en un lago salino, y de la biología evolutiva a una geofilosofía Deleuzo -Gatatoriana, preguntamos, ¿Dónde está el arte? https://lucechoules.wordpress.com/films/
Los espacios de ‘inmersión’ en los que se pueden aplicar actos performativos en Geografía y Artes, así como “BioGeoArt Blitzes” (considere la siguiente sección) son una especie de diversidad de espacios dentro de las Reservas de Biosfera en las que ya hemos estado interviniendo, según la siguiente tabla de tipología:
Tipología | Zonificación tradicional | Sitios de inmersión | Latitud | Sujetos de estudio |
Tipo 1 | Espacio «natural» o núcleo de una reserva de biosfera | 1a) Parque Nacional Isluga | 19,15° S | Gatos salvajes, quirquinchos, apachetas o rocas sagradas |
1b) Desierto floreciente de Atacama (área protegida propuesta) | 28° S | Flores, flores e insectos, orugas, mariposas y escarabajos | ||
1c) Parque Nacional La Campana; Núcleo de la Reserva de la Biosfera | 33° S | Escarabajos, pájaros, vides, gatos monteses | ||
1d) Reserva Nacional de Lircay | 35,5° S | Agua, bosque | ||
1e) Parque Nacional Chiloé | 43° S | Aguas cristalinas, colibrí sur,cosmovisión ancestral indígena | ||
Tipo 2 | Espacio seminatural ozona de amortiguamiento de una reserva de biosfera | 2a) Zona de amortiguamiento de Isluga | 19,15° S | Lamas y terrazas cultivadas |
2b) Carrizal Bajo y Totoral | 28 ° S | Plantas e insectos del desierto | ||
2b) Zona de amortiguamiento de La Campana | 33° S | Gente local (agricultores), palmeras | ||
2c) Vilches | 35,5 ° S | Eco-turistas, bosque maulino | ||
2d) Zona de amortiguamiento del Parque Nacional Chiloé | 43 ° S | Turismo especializado (turismo conlente de mano) | ||
Tipo 3 | Espacios marginales rurales | 3a) Ruinas del desierto y altiplano | 19,15 ° S | Geoglifos y ruinas de espacios abandonados (Humberstone) |
Espacio industrial | 3b) Dunas de Huascoindustria termoeléctrica | 28,5° S | Espacio contaminado, plantaciones de olivos viejos | |
Periferia urbana empobrecida | 3b)Ventanas, espacio industrial | 32° S | Espacios contaminados, sitios paleotológicos | |
3c) Zona periurbana de Talca | 35,5° S | Espacios abandonados después del terremoto | ||
Espacios marginales rurales | 3d) Espacios abandonadoscerca de Parque Nacional Chiloé | 43° S | Espacios vacíos de emigración |
4.3 Objetivo 3
Para abordar el objetivo 3, llevaremos a cabo una serie de actividades científicas (que van desde experimentos al aire libre hasta capacitación interactiva pública / científica; además de una encuesta autoinformada) utilizando técnicas no convencionales, como el registro continuo y las observaciones de campo in situ. , lo que permitirá a los participantes intensificar su experiencia interactiva con la naturaleza. Estas actividades se llevarán a cabo dentro de los cuatro sitios seleccionados seleccionados para el proyecto (ver sección 4.2.3). Por lo tanto, dividiremos estas actividades científicas en tres conjuntos principales: 1) Observaciones sobre patrones de movimiento de organismos modelo en los sitios de estudio a escalas micro, meso y macro, 2) Participación de científicos y comunidades laicas en experiencias científicas / artísticas interactivas los medios para llevar a cabo encuestas biológicas y geográficas intensas y representaciones artísticas en sitios de campo seleccionados (Bio / Geo / Art / Blitzes), y, finalmente, 3) Las encuestas autoinformadas se aplicarán antes y después de cada actividad para medir el impacto de tales experiencias sobre el desarrollo de la afectividad hacia la naturaleza.
4.3.1 Patrones de movimiento de organismos modelo en tres niveles.
i) Patrones de microescala. A esta escala, concentraremos nuestros esfuerzos en describir los patrones de movimiento de los organismos modelo (plantas, minería de hojas e insectos laminadores de hojas) (ejemplos en la Figura 2). Para llevar a cabo estas observaciones, instalaremos cámaras fijas (por ejemplo, Cornelissen & Stiling, 2005; Nijland et al. 2016) que serán monitoreadas durante períodos específicos de tiempo (dependiendo de la fenología de cada organismo modelo) por miembros del equipo de investigación. en colaboración con miembros del público (por ejemplo, estudiantes de primaria / secundaria / universitarios, maestros de primaria / secundaria, público en general). Para documentar estos patrones, utilizaremos cámaras fijas y observaciones directas en el campo (sitios seleccionados de la tabla en la sección 4.2.3) y en el laboratorio. Aplicando aspectos novedosos de la investigación etnobiológica (Albuquerque et al. 2013). Por lo tanto, elegiremos una o más especies de mineros de hojas, rodillos de hojas o crecimiento de plantas para verificar su fenología. (Figura 2, Apéndice).
ii) Patrones de mesoescala. Para los propósitos de este estudio, hemos considerado los patrones de movimiento de mesoescala como aquellos que pertenecen a organismos que se mueven en rangos que pueden ser observados directamente por una persona en el campo dentro de un período de estudio de pocas horas. Como técnicas, utilizaremos ejercicios de recuperación de marcas (por ejemplo, Brown, 2017; Grof-Tisza et al., 2017; Selonen & Wistbacka 2017) y censos visuales (por ejemplo, Molina ‐ Martínez et al., 2016). Como organismos modelo, hemos considerado lagartos, artrópodos grandes y medianos, como mariposas, avispas grandes y arañas grandes, y roedores. Como se mencionó anteriormente, estas actividades se llevarán a cabo con la participación del equipo de investigación y los miembros del público.
iii) Patrones de macroescala. Para medir los patrones de movimiento a un nivel de macroescala, implementaremos actividades que involucren organismos con alta capacidad de movimiento, como pájaros y patrones de movimiento de plantas, definidos por su distribución física en los sitios de estudio. Las plantas serán estudiadas siguiendo el patrón de distribución de especies específicas que ocurren en cada sitio. Se prestará especial atención a la presencia de especies invasoras, ya que colonizan especies naturales que cambian la distribución local y la composición de la vegetación. La descripción de la estructura de la comunidad vegetal se realizará utilizando la escala Braun-Blanquet o Domin (van der Maarel, 1979) combinada con información general sobre la ubicación geográfica de las parcelas, las características del hábitat y la estructura de la vegetación siguiendo el método Recce (Allen, 1992). Se observará aves a través de técnicas de observación de aves (por ejemplo, Sullivan et al., 2014) y utilizando la aplicación gratuita en línea ebird (https://ebird.org/home). Finalmente, antes del trabajo de campo, el equipo de investigación capacitará a los participantes para cada actividad mencionada anteriormente.
4.3.2 Actividades biológicas, geográficas y artísticas en la naturaleza: desarrollo de Bio / Geo / ArtBlitzes
Un BioBlitz generalmente comprende un grupo de científicos, estudiantes, naturalistas y otros miembros del público que trabajan juntos: esta mezcla de expertos en vida silvestre y el público en general es clave para el concepto de BioBlitz: es una forma informal y divertida de crear una instantánea de la variedad de formas de vida que se pueden encontrar en un área (Roger y Klistorner, 2016). Proporciona una oportunidad para que los participantes aprendan juntos y compartan su experiencia y entusiasmo por la naturaleza. Esta es una excelente manera de romper barreras y de comprometerse con la ciencia y crear conciencia sobre el papel de la ciencia ciudadana y el registro biogeográfico. También le da al público la oportunidad de contribuir a una verdadera encuesta geocientífica. Introduciremos el «BioGeoArt Blitz» en el que el «conteo» de especies se reemplaza por una reinterpretación del concepto fragmentado de especies hacia la comprensión de las colectividades no humanas y sus caminos, prácticas, prácticas, expresiones y discursos (mientras reinterpretarlos a través del análisis del paisaje sonoro y otras prácticas novedosas).
4.3.3 Medida de afecto
La importancia de AG para desarrollar metodologías, estrategias y políticas de conservación en última instancia se vuelve crucial ya que la participación de la dimensión emocional de los humanos en su percepción de la naturaleza podría ofrecer nuevas formas de mejorar la efectividad de cualquier esfuerzo de conservación. A este respecto, un buen ejemplo podría ser que cualquier medida, método o política basada en AG debería prestar especial atención a la participación de los niños, ya que en general los niños son mucho más propensos a desarrollar empatía y conexiones emocionales cuando experimentan encuentros cercanos con la naturaleza ( Miller, 2005).
La parte principal del objetivo 3 de este estudio es identificar el desarrollo de sentimientos hacia la naturaleza que a su vez se convertirán en elementos clave para implementar la gobernanza afectiva. Como actividad final de cierre para este objetivo, identificaremos elementos de afecto derivados de la exposición de los participantes a la naturaleza durante las actividades mencionadas anteriormente. Para hacer esto, aplicaremos dos encuestas (por ejemplo, Schlegel y Rupf, 2010) a los participantes (público). En una etapa inicial, aplicaremos una encuesta para identificar su relación y participación con la naturaleza antes de participar en las actividades 4.3.1 y 4.3.2. En una etapa final, aplicaremos una encuesta para contrastar las percepciones personales sobre el desarrollo de la afectividad y el aumento de la conciencia ecológica después de participar en las actividades anteriores. Los datos se analizarán utilizando una combinación de métodos cuantitativos y descriptivos, incluido el uso de correlación y estadística descriptiva.
4.4 Objetivo 4
Aunque la aplicación de los esfuerzos rizomáticos puede ser difícil y controvertido. En este sentido, los desafíos de Deleuzean y Guattari se cruzarán con aspectos críticos de sostenibilidad y conservación. El cambio de la noción de «áreas de conservación» a «flujos de convivencia» abre la posibilidad de explorar nuevas configuraciones territoriales y mejorar nuestra comprensión de las relaciones humano-matriz. Las áreas de conservación ambiental, comúnmente conocidas como objetos estáticos, son desafiadas por las líneas borrosas («líneas de fuga») generadas por las múltiples movilidades de los actores humanos y no humanos, formando constelaciones de vida a través de su desterritorialización y reterritorialización, que permanecen en constante evolución y procesualidad. Proponemos cambiar la noción de área a la de flujo. La identificación de cismas (encrucijada de procesos según Deleuze) en los flujos de movilidad comprenderemos las relaciones de cooperación y co-creación que se construyen entre actores humanos y no humanos. Por lo tanto, realizaremos seminarios y talleres in situ en los que discutiremos los resultados del proyecto. Estos talleres se llevarán a cabo al comienzo del tercer año del proyecto, para que podamos sistematizar nuestros hallazgos y diseñar un «Atlas colaborativo de una reserva de biosfera». Ejemplos de ciencia ciudadana puestos en acción a través de una versión impresa y una página web, como resultado de la colaboración entre los miembros del equipo de investigación (ver el sitio web “biogeolab” www.biogeolab.org). Además, cuestionaremos el esquema de gobernanza tradicional de un área protegida y, en particular, de una Reserva de la Biosfera, que se basa en una serie de espacios concéntricos con diferente intensidad de uso del suelo. Esta esquema es muy atractivo por su simplicidad pero carece de efectividad en vista de situaciones reales. Surgen conflictos en todas las zonas, especialmente al acercarse a las zonas urbanas (Figura 3, Apéndice). Finalmente, participaremos en la producción de “guías de campo literarias” como “libro de poesía, manual de ejercicios, libro de bocetos” que podrían usarse para saludar a los visitantes en nuestros sitios de investigación. Ver: (http://creativegeographies.org/geohumanities-sonoran-desert-a-literary-field-guide/; https://uapress.arizona.edu/book/the-sonoran-desert). Y también para el alcance del proyecto diseñaremos e imprimirremos hojas plegadas, consulte: https://foldedsheet.wordpress.com/).
4.4.1 Un caballo de Troya en el bosque (Figura 4)
También nos beneficiaremos de la experiencia del equipo con «El Aconcagua Fablab», un laboratorio digital móvil alojado en un pequeño camión que transporta máquinas CNC para hacer demostraciones y acercar a las personas a los medios de producción en el sitio bajo demanda. Produciremos artefactos que se asemejen a los descubrimientos de personas durante los Bio / Geo / ArtBlitzes, como recordatorio y materialización del conocimiento intercambiado, de modo que la experiencia se convierta en una forma de producir conocimiento co-creado (una especie de «caballo de Troya que libera lo que está ubicado ”, según nuestro equipo colaborador, Juan Carlos Jeldes). Conducimos el «caballo» a los sitios extremos del proyecto, desde Atacama hasta la isla de Chiloé (Figura 4, Apéndice).
4.4.2 Territorios reticulares, rizomas, ensamblajes humanos y producción de subjetividad
Recuperar los componentes de la biopolítica implica distinguir los regímenes de conocimiento que se implementan en relación con el medio ambiente. Esto requiere distinguir determinantes establecidos e instituyentes que aparecen como expresiones de uso, prácticas, significados imaginarios sociales (Castoriadis, 1975) y construcciones discursivas. El imaginario del espacio aparece en las descripciones del territorio por los diferentes actores involucrados en los sistemas de categorización de sus componentes no humanos (por ejemplo, vida silvestre, ciclos de vida, procesos biológicos), como en los supuestos en los que encuentran formas específicas de relación con la naturaleza. , así como un conjunto de normas, leyes y políticas, como regímenes de conocimiento y poder.
Finalmente, para lograr este objetivo, trabajaremos con la representación gráfica del territorio, los diferentes discursos sobre la relación con la naturaleza y las huellas de las relaciones estampadas en la huella rizomática que da forma a esta relación. En este sentido, esta relación asume al mismo tiempo, la condición de la aparición del rizoma, necesaria para distinguir el vínculo semiótico entre las relaciones (Deleuze y Guattari 1987), donde los procesos biológicos, la dinámica humana, instituidos o emergentes (dentro de un norma o fuera de una norma) se concentran y se generan conflictos en el territorio. Esto significa estar abierto a todas las formas rizomáticas que se desarrollan a partir de situaciones desde las cuales se configura el escenario de la naturaleza y los humanos. Dentro de este contexto, buscamos comprender las realidades sociales desde su propia particularidad y desde su interacción con los diferentes contextos de los que forma parte. A partir de estas consideraciones, nuestras opciones metodológicas incluyen estudios de casos, entrevistas etnográficas, grupos focales y grupos de discusión.
4.5 Consideraciones éticas
Antes de recopilar los datos, el proyecto, una hoja de información del proyecto para los participantes y un formulario de consentimiento informado se enviarán al Comité de Ética (Comité de Ética Científica, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso) para su evaluación. Solo una vez que se haya obtenido la aprobación comenzará la fase de recopilación de datos. Siempre que los métodos de recopilación de datos requieran la participación de participantes humanos, a estos últimos se les entregará una hoja de información del proyecto que detalla los propósitos del estudio y un formulario de consentimiento para que firmen para poder participar en este estudio. La participación en este estudio será gratuita y voluntaria, y los participantes pueden solicitar ser excluidos de esta investigación sin justificación previa o daño a los participantes. La participación en este estudio también será anónima y las identidades de los participantes serán confidenciales. Todos los datos en papel y el material del estudio serán encerrados en las oficinas de los investigadores, y los datos y materiales electrónicos estarán protegidos con contraseña en las computadoras de los investigadores. Para fines prácticos, los participantes recibirán seudónimos para discutir los resultados de este estudio en presentaciones de conferencias y otras actividades académicas. Los audios de las entrevistas propuestas no se reproducirán a terceros en ningún momento durante el estudio o la difusión de los resultados. Por último, pero no menos importante, uno de los investigadores asociados involucrados en este proyecto es miembro del Comité de Ética Científica de la Universidad Católica del Maule, por lo que su experiencia en el desarrollo de investigaciones que involucre a participantes humanos de acuerdo con las regulaciones actuales de ética de la investigación será mas valioso.
2. Formación y formación de capital humano: la propuesta debe incluir un plan de formación y formación de nuevos recursos humanos. Los postdocs y estudiantes de cualquier tipo deben incorporarse a las actividades del proyecto. El Plan de Formación y Formación de capital humano incluye:
1 Post Doctorado | Geografías creativas |
1 Análisis del discurso del estudiante de doctorado | Análisis del discurso |
1 Estudiante de Doctorado en Conservación | Conservación |
1 Estudiante de magister | Biopolítica |
1 Estudiante de magister | Geografía |
1 Biografía de pregrado | Biogeografía |
1 Estudiante de pregrado de biopolítica | Biopolítica |
1 Estudiante de pregrado | Diseño |
1 Estudiante de pregrado | Geografía creativa |
3. Aplicación y / o transferencia de conocimiento generado e impacto en otros sectores (no académicos): explique cómo el conocimiento generado por el equipo de investigación se transferirá a entidades públicas o privadas, ya sea mediante el desarrollo de políticas públicas, asesoramiento sobre ellas , apoyo al sector privado e incluso al sector productivo como habilidades blandas, desarrollo de buenas prácticas, conciencia de problemas sociales, etc. Debe indicarse en qué entidades / instituciones se centrará la transferencia; cómo se planea establecer (o continuar) enlaces y qué mecanismos se diseñarán para llevar a cabo dicha transferencia. Establecer plazos. Solicitud estatal / transferencia e indicadores y objetivos de impacto.
La naturaleza del proyecto es la integración de diferentes actores y comunidades ambientales; por lo tanto, no hay una «transferencia» de conocimiento producido; hay más bien una coproducción de conocimiento con diferentes actores de guardabosques, turistas, niños en edad escolar, personas con otras habilidades, etc. Esta coproducción se basa en la integración de Fab-Lab, un vehículo para difundir actividades de diseño en todo Chile. (ver Apéndice) y la integración de ONG y organizaciones especializadas en actividades de divulgación, como Taller La Era y Bioma (ver Apéndice). BioGeoArt Blitzes, talleres, seminarios regionales se llevarán a cabo en una variedad de espacios y entornos para que podamos desarrollar un camino real hacia una nueva relación entre la naturaleza humana. También tenemos una amplia experiencia en la coproducción de conocimiento con comunidades indígenas. Melin et al (2017).
4. Comunicación y difusión:
Se debe incluir un plan sobre las actividades de comunicación y difusión que se desarrollarán durante la ejecución de este proyecto. Estas actividades deben estar diseñadas para sensibilizar a la comunidad y al sector público y privado (no académico) sobre la importancia de la tarea de las Ciencias Sociales y Humanidades y su inserción en todos los aspectos de la vida cotidiana de la sociedad chilena. Indicadores y metas generales de comunicación pública y difusión del Estado.
Se desarrollarán docenas de seminarios y talleres (de acuerdo con el Plan de trabajo), integrando la conservación conjunta de actividades en diferentes espacios protegidos y no protegidos. También el acceso a los medios de comunicación ya se ha realizado. El equipo tiene una amplia experiencia en actividades de divulgación, relacionadas con el trabajo con ONG como Taller La Era, ROC, BIOMA (ver Apéndice).
5. Colaboración nacional e internacional:
Considere en la descripción anterior que los investigadores del proyecto deben integrarse en los circuitos académicos nacionales e internacionales mediante el establecimiento de redes con centros de estudio e investigación en las áreas y temas del proyecto. Indicadores y metas estatales e internacionales.
El Dr. Andrés Moreira-Muñoz trabajará junto con el Dr. Joachim Spangenber (Alemania) (ver Apéndice) e integrará esta propuesta dentro de una colaboración formal entre Alemania y Chile.
Dra. Leticia Arancibia Martínez es doctora en Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Es investigadora especializada en Imaginarios Sociales y Responsabilidad Cívica, investigando la micropolítica y la biopolítica entre los actores de las comunidades educativas, conflictos (Arancibia, 2011, 2016), género (Cáceres, Arancibia, 2017), relaciones de poder y participación dentro de la educación y la educación. organizaciones de estudiantes (Arancibia, 2008, 2011, 2017). Ha llevado a cabo varios proyectos de investigación, utilizando fuentes de subvenciones y en conjunto con redes nacionales e internacionales sobre imaginarios sociales, responsabilidad cívica y organizaciones sociales. Leticia coordina el Grupo de Estudio de imaginarios sociales Valparaíso. Ha realizado diferentes investigaciones, las principales: Imaginarios del conflicto en la Escuela (Fondecyt 11110328), Lógica de relación política en la Organización de Estudiantes (Arancibia, Soto, Espinoza, 2017), Atlas demográfico social para Valparaíso. Además, ha desarrollado investigaciones históricas sobre educación universitaria, como la producción y circulación de conocimiento sobre el problema de lo social en Chile y América Latina en los años 60 y 70, analizando su dinámica social, culturas, políticas y economías, en cada contexto histórico. (Arancibia, 2018). Las investigaciones desarrolladas han dado como resultado la creación de amplias redes de investigadores de diferentes universidades y centros de investigación en América Latina, Chile, Argentina, Brasil, Colombia y países europeos como Bélgica, España, Portugal y Francia. El Dr. Arancibia tiene experiencia en el desarrollo de asesoría a instituciones públicas estatales, especialmente en el ámbito educativo, habiendo coordinado el diseño y modelado de programas y políticas educativas, tales como: High School for All, programas de salud juvenil, Intervención psicosocial para el consumo de Drogas y alcohol, produciendo material educativo y apoyando el trabajo psicosocial en la escuela, asesoramiento psicosocial y pedológico en contextos de emergencia, creando un atlas demográfico social para el distrito escolar de Valparaíso, y ha sido el director alternativo del Proyecto MECE-SUP.
Dr. Juan Carlos Jeldes tiene una amplia experiencia en acciones perfomativas en espacios abiertos, así como en espacios cerrados. Es el Director de «El Aconcagua Fablab», una especie de «caballo de Troya». Es un laboratorio de fabricación digital móvil alojado en un pequeño camión que transporta máquinas CNC para hacer demostraciones y acercar a las personas a los medios de producción en el sitio a pedido. Mediante el camión produciremos artefactos in situ que se asemejan a los descubrimientos de las personas durante los Blitzes de BioGeoArt, como recordatorio y como materialización de la experiencia performativa y el intercambio de conocimientos. El compromiso de los estudiantes de Juan Carlos promoverá el desarrollo adecuado de los actos artísticos in situ, que serán sistematizados por el equipo del proyecto. Ya ha publicado tales experiencias en lugares muy especiales, a saber, oficinas mineras abandonadas en medio de Atacama (Luza y Jeldes 2017).
Dr. Enrique Mundaca biólogo graduado de la Universidad de Concepción (Chile) con estudios de posgrado en las áreas de biología de la conservación (Máster) y Ecología (PhD) en Nueva Zelanda. Ha publicado investigaciones y participado en varios proyectos en los campos de entomología, comportamiento y ecología. Actualmente es profesor en la escuela de Ciencias Agrícolas de la Universidad Católica del Maule (Chile). A nivel nacional, sus redes incluyen la Universidad de Tarapacá, la ONG Fundación Reino Animal, Arica, la Universidad de Concepción. A nivel internacional, tiene vínculos con la Dra. Beaux Berkeley (Universidad de Ottingen, EE. UU.) Y la Dra. Laura Warman (Advancing Research Worldwide USA, y Espacios Naturales, Organización de Conservación Ambiental en Tlalpan, Distrito Federal, México) (encontrar cartas de apoyo adjuntas para ambos contactos internacionales).
Dr. Pablo Mansilla tiene una red sólida en Colombia y Venzuela, desde la cual dos renovadas colaboraciones participarán en esta propuesta (ver Apéndice).
Dra. Mariana Lazzaro Salazar es una analista del discurso que, desde su proyecto de doctorado titulado Investigación de la construcción de identidad profesional en entornos de salud intercultural en Nueva Zelanda (2010-2013), investigó diferentes características discursivas de la comunicación, incluidas las alineaciones culturales en ambos niveles micro (discursivos) y macro (sociales), la coconstrucción de narrativas y posicionamientos propios, desde una perspectiva sociolingüística socioconstruccionista e interactiva, en una serie de contextos interactivos en Nueva Zelanda (por ejemplo, Lazzaro-Salazar, 2017b; Holmes et al., 2017; Lazzaro-Salazar et al., 2015), EE. UU. (por ejemplo, Barone y Lazzaro-Salazar, 2015; 2016), Hong Kong (por ejemplo, Zayts y Lazzaro-Salazar, 2017a, b), Inglaterra (por ejemplo, Marra et al., 2015), Chile (por ejemplo, Panes Chavarría et al., en prensa; Lazzaro-Salazar y Pujol-Cols, 2017) y Argentina (por ejemplo, Pujol-Cols y Lazzaro-Salazar, en prensa). Además, Mariana es investigadora asociada del equipo del Proyecto de Lengua en el Lugar de Trabajo, Escuela de Lingüística y Estudios de Lengua Aplicada, Victoria University of Wellington, Nueva Zelanda (https://www.victoria.ac.nz/lals/centres-and- institutos / idioma en el lugar de trabajo) y trabaja en estrecha colaboración con su fundadora, la profesora emérita Janet Holmes, su actual directora, la Dra. Meredith Marra, y otros miembros del equipo como Kieran File de la Universidad de Warwick (por ejemplo, Lazzaro- Salazar y File, 2017). Muy importante, durante su proyecto de investigación actual – Fondecyt N ° 3160104 (Conicyt – 2016-2018) Comunicación e interculturalidad en instituciones públicas de salud en Chile – Mariana también ha establecido una red sólida con el Dr. Dorien Van De Mieroop de KU Leuven (Bélgica) , quien visitó Chile en marzo de este año y a quién visita en octubre de este año para trabajar en el análisis de las narrativas de los médicos migrantes. Además, como parte del trabajo colaborativo desarrollado por Mariana con la Dra. Olga Zayts de la Universidad de Hong Kong, fue invitada a hacer una estadía en HK en febrero de 2020, lo que será una oportunidad única para explorar los datos recopilados para este estudio. . Finalmente, durante el desarrollo del proyecto de investigación propuesto, Mariana trabajará estrechamente en colaboración con las redes internacionales mencionadas anteriormente y establecerá nuevas redes asistiendo a una serie de conferencias nacionales e internacionales y otras actividades académicas relevantes con el objetivo de explorar geoetnografía y datos geo-narrativos desde múltiples perspectivas con el objetivo de abordar el objetivo 1.