A través del proyecto Fondecyt Mutualismo en Chile, 1925-1990, se busca dilucidar las causas de la persistencia y vigencia de las sociedades de socorros mutuos en Chile, luego de superada la Gran Depresión de la primera mitad de la década de 1930. Esa experiencia sirve para mirar, de cierta manera, la sociedad actual.
En tiempos de crisis sociales y, más aún, sanitarias, se ha visibilizado una suerte de despertar asociativo que se traduce en ollas comunes, fundaciones, ONG’s o corporaciones, entre otros ejemplos. En este contexto, es interesante recordar experiencias asociativas del pasado, como el Mutualismo, surgido en Europa en el siglo XIX, y que se difundió a América Latina y Chile, junto con la expansión capitalista.
“El mutualismo, como concepto, implica la ayuda mutua, la solidaridad. En la actual crisis que estamos viviendo, se ha visto reemerger ese espíritu, especialmente por quienes han sido más golpeados por la pandemia”, señala el historiador Fernando Venegas. No obstante, agrega, estamos lejos del grado de espesor asociativo y solidaridad que alcanzó nuestra sociedad en el pasado.
Venegas es director del Departamento de Ciencias Históricas y Sociales de la Universidad de Concepción e investigador principal del proyecto Fondecyt Mutualismo en Chile, 1925-1990, que busca dilucidar las causas de la persistencia y vigencia de las sociedades de socorros mutuos en Chile, luego de superada la Gran Depresión de la primera mitad de la década de 1930.

FERNANDO VENEGAS: “Las sociedades de socorros mutuos surgen como respuesta a una necesidad de previsión social, cuando en el siglo XIX los trabajadores migran a centros urbanos o mineros, y se encuentran en total indefensión”.
A su juicio, el mutualismo sigue vigente hoy y ha tomado fuerza, especialmente en regiones. “Aunque estamos en otro tiempo, no es una simple coincidencia que, en la actualidad, cuando el neoliberalismo predomina absolutamente, y con un estado cada vez más asocial, lo que se ha evidenciado durante la actual pandemia, el mutualismo resurja como una alternativa ante la adversidad”, señala.
Por mucho tiempo, el desarrollo histórico de las sociedades de socorros mutuos fue visto desde una perspectiva política e inscrito dentro de los márgenes republicanos de la historia nacional. Así lo explica Wilson Lermanda, para quien “la experiencia del mutualismo era observada como una antesala o prehistoria del sindicalismo que se desarrolló con fuerza en el siglo XX; así como también se situó su desarrollo desde la segunda mitad del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX. De hecho, la historiografía ha denominado como la época de oro del mutualismo al período comprendido entre 1880 y 1920”.
Lermanda es candidato a doctor del programa de Doctorado en Historia de la Universidad de Concepción y tesista del proyecto Fondecyt encabezado por Venegas. A su juicio, la noción de socorro mutuo se inscribe dentro de una problemática histórica mayor, relacionada con la idea de asociacionismo: impulso humano de las personas a organizar colectivamente su vida en sociedad.
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